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Las cinco en punto de esta amenazante tarde.
La bruma permite descansar de miradas intrusas a las montañas del oeste. Detrás de esa espesura gris adivino las formas y los colores de esas moles, mudos testigos diarios de la vida, de mi vida. Montañas misteriosas y cautivantes, siempre intentando modificar sus colores; atrapando todos los tonos de gris y amarillo, azul y verde; mostrándose rosadas cuando el sol las acaricia en cada amanecer, tornándose transparentes cuando ese sol desaparece tras ellas. Hoy descansan, hoy no toman ningún color, hoy me permiten imaginarlas como mi alma desee sentirlas.
Una lluvia mansa limpia el valle.
Observo las gotas desprendiéndose suavemente desde el techo gris plomizo. Otras gotas juguetean entre las hojas de los árboles y las plantas antes de acariciar el pasto.
Hoy quisiera transformarme en nube para permanecer frágil y poderosa, cercana y lejana, indemne e inalcanzable.
Hoy mi conciencia al fin reconoce el peligro de permanecer inmersa en esta obsesión.
Obsesión caprichosa ocupando mi mente desde hace algún tiempo. Obsesión absurda envolviendo mi ser en una tristeza asfixiante. Obsesión semejante a un monstruo absorbente tomando mayor confianza a cada minuto: una telaraña incómoda y pegajosa, una luz oscura y dolorosa naciendo en lo más profundo, hiriendo mi interior, desgarrando mis entrañas. Un monstruo invasor arrastrando mi vida, apropiándose de mis sentimientos. ¡Ay! con esta angustiante obsesión: dueña absoluta de cada uno de mis días.
Hoy deseo liberarme y vagar con libertad.
Hoy todo es gris en este inmenso cielo.
Hoy mi alma está gris… y nada hago por impedirlo.
Mayo 2004
Publicado en la revista literaria con voz propia nº 35
©Analía Pascaner
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Hermosa tu obra..me ha encantado descubrirte y te invito a que hagas lo mismo conmigo, un abrazo.
ResponderBorrarNunca desistas: te acompaño en tu búsqueda!...
ResponderBorrarAbrazos
Marta
Cuando el alma está gris, nos incorporamos al universo y sus colores, seguramente encontraremos el pincel o alguien que nos ama nos lo proporcionará.
ResponderBorrarUn abrazo
Bertha
Analía querida, me encantó este conmovedor relato, profundo y bello,fiel reflejo de un corazón perceptivo y un alma cristalina...!
ResponderBorrarUn gran abrazo.
Viviana Walczak
ANALIA, UN GUSTO LEER TU REVISTA, SALUDOS
ResponderBorrarANAHI DUZEVICH BEZOZ
CAÑADA DE GOMEZ
El valle refleja mi alma, o mi alma refleja los tonos del valle...extrañas coincidencias que embrujan nuestros estados de ánimo... y soñando, que mañana será un día distinto... Hermoso mensaje, Analía.
ResponderBorrarQueridas Déborah, Marta, Bertha, Graciela, Anahí, Viviana:
ResponderBorrarMuchas gracias por sus conceptos y por su tiempo para leer mi escrito.
Mi cariño
Analía